Martes 24 de Julio, 2018
La construcción es un rubro históricamente masculino y, como tal, las labores destinadas a mujeres se limitaban a cargos más bien administrativos. Sin embargo, en los últimos años se está produciendo una tendencia progresiva en incrementar el porcentaje de personal femenino en el rubro de la construcción.
Este es el caso de Inmobiliaria Gespania, ya que en los últimos 5 años aumentó en un 60% la dotación femenina en las obras, donde se desempeñan como operadoras de maquinarias, capataces, encargadas de bodega, jefas de oficina técnica, maestras selladoras y capataces de logÃstica.
Eduardo Bronfman, Gerente de Personas y Asuntos Corporativos de Inmobiliaria Gespania, comenta que en los inicios de la compañÃa la presencia femenina era muy valorada en aspectos que se referÃan a la relación con el cliente, por lo tanto, sus vÃnculos se conectaban con la venta, decoración y administración. Posteriormente fueron incorporando profesionales mujeres en cargos vinculados directamente con la construcción, como arquitectas, ingenieras, constructores civiles, entre otros. Â
âTradicionalmente la construcción era una labor más bien masculino porque muchas labores se asociaban a un trabajo más bien fÃsico, por lo que se necesitaba fuerza y capacidad para levantar y mover materiales pesados. De a poco empezó a variar gracias a la incorporación de nuevas tecnologÃas aplicadas ciertas funciones, lo que está permitiendo que las mujeres se vayan incorporando en cargos más operativos en las mismas obrasâ, destaca Eduardo Bronfman.
El Gerente de Personas de Gespania, hace énfasis en que las mujeres contratadas están en igualdad de condiciones que los hombres. Cuenta que el único cambio que debieron realizar en las obras fue la incorporación de vestidores y baños diferenciados (tanto quÃmicos como fijos) para hombres y mujeres.
âLa empresa se preocupa por otorgar las mejores condiciones de trabajo y entrega el apoyo que corresponde a todos sus colaboradores, independiente del cargo desempeñen y de su género en ese determinado cargo. No existe diferenciación, ellas son una más y no reciben ningún tratamiento especial, de hacerlo, nosotros mismos estarÃamos discriminandoâ, subraya.
Mujer, joven y jefa
Pamela Romero, supervisora de terminaciones en Gespania, llegó a la compañÃa para hacer su práctica como técnico en construcción y restauración. Confiesa que cuando llegó era la única mujer de la obra, lo que fue un impulso para redoblar sus esfuerzos por demostrar sus conocimientos. âTuve que formar un carácter más fuerte para que no me pasaran a llevar, pero sin que ello implique sumarme a la forma de trabajar que tienen muchos hombres en este rubro, como pedir las cosas de manera brusca o sin dar explicaciones. Al principio, también tuve que soportar las tallas de alto calibre e, incluso, invitaciones a salir. Pero gracias a que puse lÃmites a todos ellos, logré que me respetenâ, señala.
A partir de 2016, Pamela asumió su posición actual de jefatura en que tiene a su cargo a 10 personas, 4 mujeres y 6 hombres. âAl principio no fue fácil para los demás trabajadores que llegue una mujer y, además joven, a mandarlos. Pero siempre instauré el diálogo con mis equipos de trabajo, lo que me ha servido para superar esas situaciones. La verdad es que existe mucho machismo en este rubro, pero poco a poco eso ha ido cambiandoâ, finaliza. Â